La Convención y el Farolero
En la convención, donde antes habitaba la penumbra, encendieron una lámpara.
No era una luz cualquiera: era la luz de Dios, reflejada en los rostros de quienes aún creen en la esperanza.
Gracias a las organizadoras, Colombia encontró un respiro de alegría en medio de la tristeza.
Como el farolero del cuento, nos recordaron que la reconciliación comienza con un gesto sencillo: mantener encendida la llama que ilumina los corazones.
“El Principito y el Congreso Pro Vida: Pensando en la Vida como Interés Nacional”
“El Principito recuerda al Congreso Pro Vida cuál debe ser su verdadera finalidad: proteger y celebrar la vida como interés nacional. En este día que comienza, con alegría y esperanza, se analiza cómo cada decisión debe poner en el centro lo más valioso de nuestro pueblo, cuidando la vida, la infancia, la dignidad y los vínculos que nos unen. Ojalá que al final de esta jornada se pueda levantar un manifiesto, firmado por congresistas e invitados, que sirva de guía y recordatorio en cada acción que emprendan: que la vida sea siempre la brújula que oriente nuestro futuro común y nos inspire a construir juntos un país más justo y humano”.
Bogotá, nuestra rosa: unamos la familia para volver a cuidarla
“En Bogotá descubrí que muchos carros desaparecen cada día. Pero pronto entendí que no son solo carros: son familias que pierden su tranquilidad, niños que pierden su camino al colegio y abuelos que no alcanzan a abrazar a sus nietos. Una ciudad es como una rosa: frágil, pero fuerte cuando alguien la cuida. Por eso debemos unirnos —vecinos, familias y concejales— para proteger lo más valioso: la vida y la esperanza de quienes amamos.”
🚨 Los amigos del Principito viajan en TransMilenio… y ponen su vida en juego
“Los amigos del Principito viajan cada noche en TransMilenio para estudiar y construir futuro, pero el sistema los expone a la delincuencia como si fueran sacrificables. No hablamos de robos menores: hablamos de vidas en riesgo, de sueños truncados a punta de cuchillo. ¿Hasta cuándo?”
“Miguel, la estrella que no supimos cuidar”
“Zorro, si no me lo dices, tampoco lo recuerdo… y por lo que veo, mis amiguitos ya lo olvidaron. Hoy hace un mes se fue Miguel, y parece que nadie pregunta quién lo mató ni por qué. Nos quitaron a un corazón de niño que luchaba por los niños, la vida y la familia. Desde su estrella nos sigue mirando, y aquí abajo seguimos viendo disfraces y mentiras. Pero no lo olvidaremos, porque Miguel no cabe en el olvido.”