El rey del asteroide de Nariño y su experimento que mata maestros
“Mientras el rey del asteroide de Nariño presiona su reforma a la salud desde la comodidad de su trono, los maestros como mi madre,mueren en un sistema fracasado que él llama “potencia de vida”. El banquero y el bebedor administran la sed y la miseria, mientras los hospitales son cascarones vacíos. Nos hablan desde su asteroide, con luces frías que jamás nos calientan”.
Mientras el rey del asteroide de Nariño sigue moviendo sus dedos y presionando una reforma a la salud, esta es la realidad de quienes le prestaron 500 millones de pesos. Sí, señores de Fecode, aquí no hay espacio para hacerse los inocentes, ni los sordos, ni mucho menos los mudos. Mi madre entregó su vida, año tras año, para que sus niños salieran con valores; hoy hace parte del experimento del rey, que los deja morir.
Su experimento fracasó. Y señora Corcho, en los debates presidenciales, por favor no vuelva a presumir un modelo que se está desmoronando en los hospitales donde agonizan los maestros de Colombia. Como diría el Principito, no basta con cuidar al banquero si el rey y el bebedor se reparten el agua para ellos mismos. El banquero guarda cada gota para sus cuentas, el bebedor la pierde en su vaso, y al pueblo sólo le dejan la sed.
Aquí, lo que llaman hospital no lo es. Según Servisalud —que el rey insiste en llamar “la mejor del país”—, esto sería la “Colombia Potencia de Vida”. Pero ni siquiera son capaces de dar una razón, y uno debe esperar la remisión a otro hospital porque aquí no tienen nada.
¿Este es su sistema de salud? Hoy puedo decir que es un fracaso, no por fotos, sino viviéndolo en carne propia. Y que al banquero y al bebedor les quede marcada su ineficiencia. Nos engañan en sus alocuciones y consejos de ministros, porque el rey nunca sale de su asteroide… y desde lejos, sus palabras parecen estrellas, pero son sólo luces frías que no calientan a nadie.
Porque aquí no hablamos de metáforas, hablamos de vidas. Y Cada maestro que muere es una constelación que se apaga… pero en el asteroide del rey, el banquero y el bebedor, el cielo siempre está despejado, porque las estrellas que se apagan aquí no alumbran allá.