Cuando una Concejal Decide Proteger a la Niñez: La Lucha de María Clara Name por un Futuro sin Miedo
“En medio de un país sacudido por tensiones políticas, la concejal María Clara Name ha decidido enfocar su gestión en lo esencial: proteger a la niñez. Con acciones firmes y resultados concretos, ha demostrado que sí se puede hacer política para cambiar vidas. Este artículo es un homenaje a su trabajo y un llamado urgente a unir fuerzas por el futuro de nuestros niños”.
Hoy, como lo hago cada mañana, entré a X a mirar qué está sucediendo en el país. Vi cómo los medios se centraban nuevamente en lo mismo: qué pasaría si el presidente Uribe es declarado culpable, si Colombia tomaría el mismo rumbo que Brasil con Bolsonaro, si la historia se repite. En medio de esas discusiones políticas eternas y desgastantes, decidí hacer un alto. No porque no importe, sino porque sentí que había algo más urgente de lo que hablar. Algo que toca nuestra raíz como sociedad: nuestros niños. En ese momento vi una publicación de la concejal @MariaClaraName y todo cambió. Mostraba los resultados de su trabajo durante esta administración y sentí la necesidad de dejar atrás el ruido de siempre para contar lo que realmente nos debe doler, pero también lo que nos puede llenar de esperanza.
Desde que vi la película “Sonidos de Libertad” no he podido dejar de pensar en el dolor que cargan miles de niños que son secuestrados, vendidos, explotados. Como colombiano, sentí vergüenza. Vergüenza de no estar haciendo más. Pero también impotencia al no ver una figura visible en la política que se hiciera cargo con compromiso real. Por eso, cuando encontré a María Clara y su decisión firme de tomar la bandera de la niñez, supe que algo estaba cambiando. Su trabajo no se ha quedado en discursos. Ha sido acción. Ha sido voz para quienes no la tienen. Ha sido presión institucional y callejera. Ha sido empatía convertida en política pública.
Entre muchas de sus acciones encontré el foro “SOS POR NUESTRA NIÑEZ DE BOGOTÁ”, en el que denunció que la violencia intrafamiliar contra menores ha aumentado un 192 %. Sí, 192 %. Una cifra que grita por ayuda. Y no se quedó solo en denunciarlo: exigió una unidad especial dentro de la Fiscalía para atender esta emergencia. Luego organizó una velatón frente a esa misma Fiscalía. No fue un acto simbólico, fue un acto de humanidad. Encendió velas por Dylan Santiago, por Sara Sofía, por Jerónimo, y por tantos otros cuyos nombres no aparecen en los medios, pero que también fueron olvidados por el sistema. Ese día miles la acompañamos en silencio, con dolor, pero también con fuerza. Exigiendo justicia. Exigiendo atención inmediata.
Después vino algo fundamental: propuso que la idea de “cero tolerancia” frente a la violencia contra la niñez se convirtiera en una prioridad dentro del Plan Distrital. Y no fue solo una propuesta. Lo logró. Gracias a su insistencia, se aprobó la creación del Plan “Cero Tolerancia a las Violencias contra Niños, Niñas y Adolescentes de Bogotá”, que ordena acciones concretas para prevenir y atender todas las formas de violencia infantil. No solo eso: también logró que se aumentara la meta de cobertura en atención integral a la primera infancia, pasando de 30.000 a 71.000 niños entre los 0 y los 5 años. Eso no es una cifra vacía. Eso son vidas que comienzan a ser protegidas. Eso es Estado. Eso es humanidad.
Sí, aún hay mucho por hacer. Aún existen redes de mendicidad forzada, de abuso, de explotación. Pero lo que ha hecho María Clara Name es una prueba de que sí se puede. De que si hay voluntad, hay camino. Y también de que si otras voces en el Concejo, en el Congreso, en la Fiscalía, en la Policía y en la sociedad se suman con la misma determinación, sí podremos construir ese país donde los niños vivan sin miedo. Esto no es una lucha de un sector político. Es un compromiso de país. Es una causa que no entiende de ideologías ni de colores. Es un pacto por la vida. Por la infancia. Por el futuro.
Hoy, decidí escribir sobre esto porque estoy convencido de que no hay política más poderosa que la que protege a los más vulnerables. Y no hay esperanza más real que la que se construye desde la niñez. Gracias, concejal María Clara Name, por recordarnos con hechos que sí se puede transformar el dolor en justicia, y la indiferencia en acción. Porque cuando una líder levanta la voz por los niños, no lo hace sola: lo hace en nombre de todos los que soñamos con una Colombia distinta.
Una Colombia donde ningún niño vuelva a ser invisible. Una Colombia que elija cuidar, proteger y amar. Una Colombia que entienda, al fin, que todo futuro empieza en la infancia.